A ti. Gracias eternas.

Querida mamá, hoy quiero darte las gracias por todo el bien que haces en mi vida, por estar siempre junto a mí. Perdón también  por las veces que te he dado de lado, por no creer que fuese cierto que estuvieras junto a mí. Hoy sé que estás siempre y que jamás vas a dejar de estarlo y eso me hace  feliz. Gracias por la seguridad y la confianza que me da el hablar contigo. Gracias porque cuando lo hago, mis miedos desaparecen y todas mis dudas se disipan. No me faltes nunca, no puedes hacerlo, aunque no estés físicamente, porque vives en mí y conmigo. Y tú me hablas, y me cuidas. Me sonríes y me acaricias con tu voz, tu mirada y tu sonrisa. No me faltes nunca, porque tu presencia hace que todo vaya bien. Contigo todo siempre va bien. Me siento tan feliz, afortunada, amada y protegida por el mero hecho de sentirte tan cerca de mí mamá que llego a pensar si habrá un ser sobre esta tierra que se sienta igual que yo. Eres mi tesoro, la luz que me guía. Tu amor infinito me da una fuerza ilimitada. Tanto, que cuando siento mis alas dañadas o me flaquean más fuerzas, o mi sonrisa quiebra o se apaga, sólo con llamarte y a la primera acudes y me rescatas. Cuando tú me hablas yo recupero la fé, la fuerza y la confianza. Y eso me pone alegre mamá. Me haces sentir alegre, a salvo, segura, protegida, poderosa. Tú me das permiso para volar alto. Tú haces que nunca desfallezca. Por ti yo creo en mí, y creo en cuanto puedo y voy llegar a ser. Gracias eternas e infinitas por ser mi madre amada, mi estrella, mi ángel, mi guía y mi mejor amiga.  Serás la mejor abuela que podrán jamás tener mis hijos si algún día los tuviera. Contigo de la mano, eternamente, seré siempre invencible. Te amo infinito, por lo siglos de los siglos. Descansa en paz junto a Dios y vela por nosotros, y sigue eternamente junto a mí. 

Homenaje a mi madre

Como cada 1 de septiembre te recuerdo mamá. Hoy se cumple el 29 aniversario de tu muerte. Pero no estoy triste, tú lo sabes... En realidad te recuerdo cada día, y sí, ha habido momentos mejores y momentos peores, pero estoy tranquila porque cada día estás junto a mí, no físicamente, es cierto, pero estás y eso me da fuerzas y entereza, me hace sentir en calma y feliz. A pesar de no poderte abrazar, ni besar como me gustaría, cada día te sonrío y beso tu fotografia, esa que siempre llevo conmigo. ¡Y he aprendido tanto mamá!..., me he hecho mayor (¡aunque aún me queda!), aprendí a aceptar, a dejarte ir, a permitir la paz, a sonreír (¡mucho por cierto!), a dar las gracias, ¡sí! Porque crecer sin ti me aterraba, me paralizaba, "¿qué podría merecerme yo sí el ser más importante me dejaba?". ¡Uf! La idea del abandono o del dolor, por no haberme podido despedir de ti, qué sé yo, por todo, me paralizaba, sí. Pero ¿sabes qué? Que me he hecho una mujer de abajo a arriba a lo largo de todo estos años, y ¿sabes?, dicen que soy muy fuerte, y valiente y luchadora. Bueno, hago lo mejor que puedo. Sé que estás orgullosa de mí. Yo también de ser tu hija. Te llevo en mi corazón. Mañana ofreceré una misa por ti, por la mujer maravillosa que fuiste, madre, hermana, tía, esposa, amiga. María Dolores Cañadas Santiago, le pido a Dios por el eterno descanso de tu alma y porque sigas acompañándome en mi vida, que te queda mucho por ver, así como a mí muchas cosas por hacer y un largo camino que recorrer juntas. Guíame desde arriba, pero descansa, que estoy bien. Gracias eternas, te amo infinito❤️