Existe un lugar en La Mancha, en donde es posible disfrutar a un mismo tiempo del lujo y del confort que ofrece la estancia en un maravilloso hotel situado a los pies de 130 magníficas hectáreas de viñedos, además de una estupenda oferta gastronómica en el restaurante del mismo y la magnífica experiencia enoturística que supone la visita y el hospedarse en Pago del Vicario. Hotel con Bodega, Viñedos y Restaurante, todo en uno; "unus pro ommibus, omnes pro uno", que dicho en castellano es la famosa frase: "uno para todos y todos para uno" qué dirían los Tres Mosqueteros de Dumas al rey de Francia, Luis XII allá por 1624, como compromiso de que todos y cada uno de ellos actuaría siempre "en equipo", llegando incluso a arriesgar la propia vida en defensa de sus convicciones y del grupo mismo. Asi, con una filosofía semejante, Pago del Vicario se perfecciona año tras año mediante un trabajo en equipo fino y maravillosamente bien desarrollado. Cuentan con toda una trayectoria empresarial repleta de merecidos éxitos e innumerables premios. Un equipo joven y altamente motivado y cualificado, que trabaja día a día por dar lo mejor de sí. Susana López Mendiondo, Directora Técnica y Enóloga del Grupo, nos recibe sonriente, solícita y cercana. Conversamos con ella acerca del presente y del futuro de los extraordinarios "caldos" que están elaborando y sobre todo, puedo dar fe del cariño y la profesionalidad con que se está llevando todo ello a cabo. En compañía de Hosanna Peña de Arrúe, Directora de "Hosanna en Esencia" y de Don José Luis Murcia García, Presidente de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino, pude disfrutar de una estupenda y completa visita a la Bodega y sus viñedos, la cual terminó con una fantástica comida compartiendo mesa con Don Ignacio Barco Camarena, CEO de Pago del Vicario y con Teresa Aguirre López-Menchero, responsable de Relaciones Externas. Productos autóctonos y de calidad extraordinaria, pudimos degustar: queso manchego Villadiego D.O. en tres edades, vieiras con setas y hongos, morros de ternera y manitas de cerdo deshuesadas al estilo tradicional de Madrid con garbanzos, ciervo en adobo de los Montes de Toledo y una exquisita tarta de queso Villadiego con natillas de vainilla y coulise de frutos rojos. He de decir, que fueron dos las raciones que tomamos de este postre, pues no pudimos resistir la tentación de repetir, de lo delicioso que estaba. Si bien su vino estrella "Agios", un vino varias veces premiado y con razón: Gran Medalla de Oro Concurso Internacional Cinve Valladolid 2012 Medalla de Oro Concurso Internacional Tempranillos al Mundo 2011 Medalla de Oro Expovina Wein Contest (Suiza) Medalla de Oro Concurso Mundial de Bruselas Tropheé Prestige Les Citadelles Du Vin, (Francia), he de confesar que todos los vinos que prosiguieron me parecieron auténticas joyas. Una curiosidad es que el nombre de "Agios" deriva de la palabra griega que significa "SANTO" y se elabora con una mezcla de uvas Tempranillo y Garnacha Tinta que le confieren un color intenso rojo picota y un singular aroma de frutas rojas, y no sé si será o no Santo, pero puro y noble, ¡sin ninguna duda! Otro gran vino el Penta, cuyo nombre hace referencia tanto a las 5 variedades por las que está compuesto, (Tempranillo, Cabernet sauvignon, Syrah, Merlot y Petit verdot), como a los 5 meses de permanencia en barrica y a los 5 sentidos que consiguen estimular. Muy frutal, recordando mousse de fresa y nata con un final sutilmente especiado.
Premio Medalla de Oro Concurso Internacional Cinve Miami 2011.
Otra joyita, el Talva, elegante coupage de magníficas uvas blancas fermentadas en barrica. Está compuesto por Sauvignon blanc y Chardonnav, que hacen que sea un vino aromático y fresco. Tiene un color amarillo limón y en nariz es cítrica y frutal, recordando al níspero, piña y fruta de la pasión.
Premio Mejor Vino de la Tierra de España 2011 Diputación provincial de Córdoba Medalla de Oro Premios Mezquita Medalla de Bronce Wine International Challenge. Son algunos de los que probamos, de los muchos que tienen, a cual más bueno e interesante.
Tempranillo, Garnacha, Graciano, Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, Chardonnay y Sauvignon Blanc, todo ello se cultiva en este extenso y paradisiaco paraje manchego. A tan solo 9 km de Ciudad Real, en plena Ribera del Guadiana y en las primeras estribaciones de los Montes de Toledo, más que imprescindible y obligada visita, un remanso de paz, vino, naturaleza y buenos alimentos a muy pocos kilómetros de Madrid. Repetiré pronto, ¡sin duda!
